Hablamos de una de las especies con más recorrido evolutivo del planeta puesto que la vida en la Tierra se originó en el agua. Todo ese tiempo ha dado paso a una gran cantidad de especies de peces, más de 24.000, de múltiples formas y colores.
El cuerpo de los peces se divide en tres partes: cabeza, tronco y aleta caudal o cola.
CABEZA
En la cabeza de los peces encontramos los ojos, estos no tienen párpado y están recubiertos por una película protectora. Están situados a cada lado de la cabeza lo que hace que su campo de visión sea de aproximadamente 300 grados. ¿Sabías que nuestros ojos evolucionaron a partir del ojo acuático? En la mayoría de los casos el iris de los peces no se contrae para solventar el problema del enfoque lo que hace el ojo del pez es moverse hacia dentro o hacia fuera para enfocar.
Los peces cuentan con un olfato muy desarrollado en el que son partícipes las narinas (situadas debajo de los ojos, de dos a dos pares) que están conectadas al epitelio olfatorio en el interior de la cabeza.
También podemos encontrar el opérculo que cubre las aberturas branquiales. Estos órganos se encargan de la respiración.
En algunos casos podemos encontrar apéndices como los bigotes que son los encargados de detectar la comida en la oscuridad o a las presas. Existen otros tipos de apéndices destinados a la protección como, por ejemplo, las púas venenosas.
TRONCO
La parte del tronco comprende desde las branquias hasta el péndulo caudal.
En la mayoría de los casos el tronco está recubierto de escamas que tienen una composición similar a la de los huesos.
En el tronco también se encuentran las aletas de las cuales podemos encontrar las aletas pélvicas, aletas dorsales, aletas pectorales y las aletas anales que, mayormente, se encargan de la estabilidad y el equilibrio dentro del agua.
En el cuerpo de los peces existe la línea lateral que está compuesta de órganos sensoriales. En la mayoría de los casos estos órganos son visibles puesto que las escamas que lo recubren están perforadas. Este órgano es muy importante ya que detecta la vibración y el movimiento en el agua, ayuda al pez a cazar y a evitar obstáculos, entre otros.
COLA O ALETA CAUDAL
Como su nombre indica, la aleta caudal es la encargada del movimiento del pez. La cola se une al cuerpo pedúnculo caudal. Existe una gran variedad de aletas caudales y cada pez ha evolucionado para sobrevivir, en el caso de los cazadores como el tiburón la aleta caudal es muy potente y pueden alcanzar grandes velocidades siendo uno de los mayores depredadores del mar.
En conclusión, los peces poseen unos sentidos muy bien desarrollados para la vida en el agua. Son sensibles a las vibraciones así que eso de golpear el cristal con el dedo como Darla, la niña de Buscando a Nemo, no es muy recomendable.